Candlemind

Lo que tu voz siempre ocultó, muda tu silencio lo expresó alto y claro, sin duda; el destino quiso que un alma joven sufrida, malherida pero de inocencia aún vestida diera contigo y, de ti se enamorara, soñando ilusionada a través de tus palabras tus miradas tus caricias… sin saber que, en realidad todo de un engaño se trataba; muerto estás viviendo una cómoda mentira soñando imposibles recreándote en el recuerdo… Una parte de ella te llevaste una más de tantas otras que seguro atesoras como un cuervo a deshoras. Una parte de ella te llevaste los &uac

Mientras piensa en un sol de brillo apático ensangrentándosele la memoria con el recuerdo de una luna carmesí, la noche se derrama e impregna oscura y lánguida el cielo y los alrededores de su mente convertida al silencio, salpicada de palabras en la distancia ahogadas. Con el corazón lacerado, lo extraña más que nunca lamentando la ilusión de su presencia. Cada vez más lejos… tan inalcanzable. Lágrimas de impotencia filtrándose entre sus dedos; lágrimas de dolor de tristeza que nublan su mirar y enjoyan sus ojos; sólo cabe esperar a que la to

Un laberinto de madrugada se extiende ante su mirada rezagada en un pensamiento hecho cenizas consumido en el fuego de unas emociones convertidas en poesía; sin dudarlo se adentra pues, enigmático, le llama susurrándole la promesa de un anhelado encuentro. Mientras camina en la oscuridad relucen palabras de diversa naturaleza aguardando a ser elegidas para estructurar el sueño de quien las corteje. Libre, resuelta casi como una niña, las va tomando a su paso dominándolas y dejándose dominar por ellas sintiendo en lo más profundo el susurro de la musa. Qué será, ser&aacut

El rostro de la melancolía se refleja, vestida de recuerdo y maquillada de tristeza, en los cristales empañados de pesar de su alma. Melancolía; su triste cantar, profundo lamentar, se abandona en el vacío del sinsentido. Cicatrices falsas que sangran ante el cambio que arranca alaridos a la inseguridad, primogénita del fracaso. Corazón que se desgarra; joyas del dolor que se desprenden de húmedos alfileres. Pesar que pesa, amargura espesa, ilusión moribunda en medio del caos de una existencia sin rumbo. Concibe… … aborta. Cuando las palabras se diluyen en un pensami

La Noche avanza, las Estrellas repican y en sus pupilas se marchitan, donde el Tiempo, en silencio, anida aguardando de nuevo la acometida del Día. … Una Vela titila, mientras su llama aguarda el fin de la cera, consumiéndola con su abrasador resplandor colmado de Sueños de cruel ceguera. Valga la ironía, cruel ceguera, brillante agonía. Tortura infinita para un joven espíritu, maldita espina de Pasado en presente Vida.

Al llegar a casa y precisamente en el momento de abrir la puerta, me vi salir. Intrigada, decidí seguirme. … Todo parecía demasiado real como para tratarse de un sueño. Además, mis sueños se desarrollaban siempre en escenarios incoloros, indefinidos, nada que ver con aquello; mis ojos percibían cada detalle con claridad, y mi cuerpo sentía de igual modo el efecto de la gravedad. Sin duda, aquello no podía ser un sueño. Pero ahí estaba yo, saliendo de mi casa. Atónita, llegué a esconderme justo a tiempo detrás de la puerta, pero enseguida ca&iacu

Los truenos del silencio quiebran la noche. Llueve tristeza, puro queroseno que alimenta las llamas de un dolor que acaba de estallar en lo más profundo de su pecho. Siente cómo su corazón, desesperado, intenta escapar, golpeándose frenéticamente contra sus costillas. Pero no hay escapatoria. No puede escapar. Un ejército de emociones lo terminan descuartizando sin piedad, mientras que un aquelarre de pensamientos torturan su mente hasta enloquecerle. El silencio devora sus lamentos, la oscuridad anula sus sentidos, la noche se bebe su mirada de un trago apasionado. Su cuerpo se marchita envenenado po

Multitud de voces a su alrededor. Allá donde se pierde el sentido, se pierde quien las escucha, prácticamente por inercia. Un futuro sacudido por un presente quebrado. El rostro amargo de la desilusión no deja de reflejarse en el ir y venir de su sombra marchita. ... Lamento ahogado que se consume en la desgana. Un aleteo; coro de alas rotas, atrofiadas, desplumadas, que representan la triste obra de un cielo muerto. ... Alma enferma.

Un abismo de sombras bulliciosas se extiende al infinito bajo sus pies. Un cielo de intensos claroscuros parece congelado sobre su cabeza. Nada a su alrededor. Solo un horizonte que delimita el gran contraste de ese lugar. Un horizonte tras el cual la Nada infinita aguarda. El Tiempo ignora sus propias leyes. El Tiempo baila en la alterada abstracción de su mente agotada. Sopla, se rebulle en mitad del caos dominante. Se transforma, engaña, consume. La razón es violada por la emoción. Las Dudas carcomen. La Ilusión se marchita. La Desazón late con fuerza. Sus ojos se apagan lentamente, invadidos po

Su cabello plateado robó, nuevamente, toda mi atención. Una multitud de hebras finas y vaporosas, pura luz de luna comprimida… Guardando silencio casi de manera respetuosa, como si en realidad estuviese frente a una gran escultura, tanto solemne como hermosa, admiré absorta el baile que realizaba a voluntad del caprichoso viento cada uno de sus cabellos medianamente largos. A pesar de la intensidad con la que se alborotaban, él sin embargo se mostraba imperturbable, con la mirada fija en el horizonte. Sus ojos, de impresión contemplativa, exponían una determinación casi salvaje, mezclada con una cautela e interés propios de una lechuza