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Tu mirada,
tierna caricia...
tu silencio,
exquisito perfume
de palabras...
tú, amor mío:
cálida brisa
susurro de un cielo
que torna ilusión
el hielo
de un invierno
que escapó del tiempo;
amor de primavera...
mi corazón,
a tu vera.
tierna caricia...
tu silencio,
exquisito perfume
de palabras...
tú, amor mío:
cálida brisa
susurro de un cielo
que torna ilusión
el hielo
de un invierno
que escapó del tiempo;
amor de primavera...
mi corazón,
a tu vera.
Literature
La Muerte Del Sol
La Muerte Del Sol
Cuando la noche se escabulló de los frágiles ojos,
los espejos cayeron en un sin fin de destellos,
la sangre del inocente se reflejó en los cristales rotos,
y entonces el sol nunca salió, y la arena cubrió todo...
Los relojes desaparecieron, los otros, todos murieron,
un ferviente viento azotó nuestro hogar, los recuerdos,
los ventanales volaron, las cartas, los regalos, nuestro sueño,
entre caos y desesperación, en un instante la vida se esfumó...
Caminé, entre arena y páginas blancas, pude ver las infinitas estrellas,
y también vi, las sombras en la lejaní
Literature
El Desconocido.
Tú, como ardiente chispa detonante
buscas refugio en donde no puedo tocarte.
Te escondes bajo la mirada de la inseguridad,
vives dentro de un cuerpo que a veces muestra su frialdad.
Tú, ferviente amante del temor
conviertes mi alegría en un profundo dolor.
Acaricias mi alma, besas mi orgullo
y te envuelves dentro de mi corazón.
Tú, aléjate.
Muéstrame a mi ser amado.
Me lo has quitado sin piedad,
que ahora ya no deseo continuar.
Has obstruido mi vista,
Me lo has quitado deprisa.
¡Devuélvemelo! ¡Lo necesito!
Juro que te detendré,
piedad no voy a tener.
Quiero ver
Literature
Amar es como creer en Dios...CAP 5
ELLA
- ¡Ya quítate!
- Nop.
- ¡Ana!
- No hasta que te rindas.
Él volvió a forcejear inútilmente bajo mi peso. Siempre era igual, él me retaba a ver quien tumbaba a quién en una pelea y terminaba conmigo sentada sobre su estómago y sus brazos debiluchos bajo el agarre de los míos.
- Bien, - dijo éste a regañadientes, rindiéndose finalmente - tú ganas.
- ¡Yeeeeeeeh! - celebré levantando los brazos - ¡Mujeres al poder!
- ¿Ya puedes quitarte?
- Ah perdón. - me levanté rápidamente.
Él se paró y se sacudió el pasto de la ropa.
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Tiernos versos.